lunes, 17 de octubre de 2016

Jugar con fuego






Cuando se  prendieron las cortinas de la cocina observé con detenimiento como las llamas lo consumían  todo; fue duro perder a mi familia siendo tan pequeño. Desde niño sentí atracción por el fuego y todo lo relacionado con él, así que las visitas junto a mi padre al parque de bomberos donde trabajaba eran habituales. De mi progenitor heredé la pasión por su oficio, participando a lo largo de los años en la extinción de multitud de incendios. Apagar fuegos tan devastadores como el de miles de hectáreas de bosque o el de un rascacielos, es agotador. Sobre todo cuando lo provoca uno mismo.

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