sábado, 5 de noviembre de 2016

Cambio de hábito











Sigo observando mi trocito de cielo desde la ventana. Cada mañana, al levantarme, subo la persiana, descorro la cortina y contemplo extasiado su celeste infinito. Lo miro desde el retiro forzoso, ya que apenas salgo de casa por la intolerancia a la luz.
Hoy, como otras veces, me levanto, subo la persiana y descorro la cortina. Sin embargo, esta vez me quedo petrificado. Donde antes resplandecía un eterno azul, solo queda el vacío: han quitado el cartel publicitario que atesoraba mis sueños.

He cambiado de hábito: ahora, por la noche, subo la persiana y descorro la cortina; en ocasiones veo un bonito cielo estrellado.

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